martes, 19 de julio de 2011

“TRACTORAZO” PARA ESCONDER EL PROBLEMA DE FONDO

El ataque a los campesinos pobres que reclaman un pedazo de tierra en Ñacunday es la repetición de una historia que lleva décadas en el país. Los poderosos dueños de la tierra, los gremios empresariales y los grandes medios de comunicación se alían para criminalizar los reclamos sociales y exigir la represión, sin tocar el problema de fondo.

El resultado es la expulsión de campesinos e indígenas del campo que se ven obligados a sobrevivir en asentamientos improvisados que a diario surgen en la capital y en ciudades del interior.

Aquellos que se favorecieron con tierras malhabidas (9 millones de hectáreas entregadas a jerarcas y adulones de la dictadura de Stroessner), aquellos que acumulan riquezas sin pagar impuestos, se ofenden porque se les solicita que muestren sus títulos de propiedad y amenazan con “tractorazo” por una supuesta inseguridad. Son ellos mismos los que generan una situación de enfrentamiento y de atropello a derechos elementales, defendiendo sus privilegios.

El país necesita transformaciones importantes para alcanzar una mayor justicia social y sacar a miles de personas de la miseria. Manteniendo esta estructura, lo que se hace es favorecer a un pequeño grupo que manipula y dice defender al “trabajo” como si el resto de la población se ganara la vida gratuitamente.

Deben ser respetados los derechos de todos. Muchos son los extranjeros que avasallan la soberanía nacional usurpando tierras que fueron destinadas a la reforma agraria, con el apoyo de autoridades nacionales y regionales que siempre se mostraron serviles a la hora de malvender los bienes nacionales. Por eso es importante que ahora se empiece la elaboración de un catastro nacional de tierras.

Y así como antes se regocijaban con un Indert favorable a sus intereses, ahora quieren desacreditarlo para ponerlo nuevamente a su servicio y que prosigan campantes los agronegocios con el uso masivo de agrotóxicos contaminando el medio ambiente a niveles insoportables. Estos señores ni siquiera permiten que se realicen mensuras, no respetan leyes ni autoridades cuando no están a su servicio.
El Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS) hace un llamado de unidad y de movilización para resistir este nuevo atropello de latifundistas nacionales y extranjeros, con la complicidad de autoridades y políticos locales, en contra del campesinado y de los pueblos indígenas.

¡Por la unidad en la lucha!

Asunción, 17 de julio de 2011.-

RAMON MEDINA
S. General Adjunto

ERNESTO BENITEZ
Secretario General

"Vivan los muertos de ayer, de hoy y del mañana que dieron, que dan y seguirán dando la vida por la segunda independencia"

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